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El Qhapaq Ñan

El Qhapaq Ñan

¿Qué es el Qhapaq Ñan?

Conocer el Qhapaq Ñan es comprender gran parte de nuestra historia y la magnitud de nuestra herencia andina. Es entender lo bien

 organizados que se encontraban nuestros antepasados y cómo a partir de esta red vial, los pueblos contemporáneos

El Qhapaq Ñan está constituido por un complejo sistema vial (caminos preincaicos e incaicos) que durante el siglo XV los incas unificaron y construyeron como parte de un gran proyecto político, militar, ideológico y administrativo que se conoció como Tawantinsuyu. todavía pueden seguir tejiendo un futuro de esperanza.

En que consiste

Conscientes del inmenso valor cultural material e inmaterial del Qhapaq Ñan, que se sustenta, principalmente, en su función integradora transregional y su vigencia física y funcional, el Gobierno del Perú

A través del Ministerio de Cultura, promueve a partir de 2001, la iniciativa multinacional para la inscripción del Qhapaq Ñan – Sistema Vial Andino en la lista del Patrimonio Mundial.

Posteriormente, la iniciativa  fue apoyada por las representación de Argentina, Bolivia, Colombia, Chile y Ecuador, adhiriéndose a la suscripción e iniciando un trabajo pionero.

Sin precedentes con una visión integradora que se convertirá en un hito de todos los procesos de declaratoria de la UNESCO.

Tambos y puentes, piezas claves

Los tambos, recintos que eran usados como albergues y depósitos, estaban dispuestos a lo largo de los caminos para permitir a los viajeros descansar y guardar sus pertenencias.

Por lo general, eran de forma rectangular y estaban divididos en varios espacios independientes. Hubo tambos de distintos tamaños:

los más grandes contaban con ambientes residenciales, plazas y depósitos, y se usaban para hospedar al Inca y a su séquito. Los de menor tamaño servían de posada para los chasquis, que eran mensajeros del Tahuantinsuyo.

La construcción de puentes también fue determinante para el Qhapaq Ñan, pues gracias a estos, los incas pudieron atravesar laderas, ríos y, en general, una accidentada geografía andina.

Algunas de estas plataformas se construyeron a base de piedras y otras de madera.

También hubo puentes colgantes que fueron construidos con fibras vegetales, como es el caso del Q’eswachaka, considerado el último puente inca que se mantiene vigente hasta la actualidad.

Las rutas antes del Qhapac Ñan

Los incas no fueron los únicos que construyeron caminos para unir sus territorios.

Muchas de las rutas que utilizaron e integraron a su sistema vial fueron construidas por las culturas que los precedieron.

Según los estudiosos, estos caminos eran exclusivamente locales y unían centros sagrados o huacas con pequeños poblados.

Algunos complejos arqueológicos de la cultura Wari, como Piquillacta, por ejemplo, contaron con importantes sistemas viales.

Otra evidencia de caminos preincaicos se encuentra en el valle de Moche, en la costa norte del Perú, y en Lima, donde se construyeron caminos en las dos márgenes del río Chillón, en Pachacámac, y en el valle del río Cañete.

Estas vías eran atravesadas por otras que llegaban a las zonas andinas, e incluso a la Amazonía.

El camino a Machu Picchu

El tramo turístico más conocido del sistema vial es el que conduce a la ciudadela de Machu Picchu. El recorrido parte, por lo general, de la localidad de Qoriwayrachina, antiguo poblado cuyas ruinas se encuentran en el distrito de Vilcabamba.

La ruta cubre una distancia de aproximadamente 45 km y seguirla toma cuatro días y tres noches.

El segundo día de la caminata es el más intenso, porque se cruza Warmihuañusca, un valle ubicado a 4200 metros sobre el nivel del mar.

Esa es la parte más alta y la que demanda mayor exigencia física. También existen otras rutas con las que es posible acortar distancias y llegar a la famosa ciudadela en dos o tres días.

 

El tramo turístico más conocido del sistema vial es el que conduce a la ciudadela de Machu Picchu.

El escenario natural es impresionante:

un paisaje lleno de bosques tropicales, acantilados desérticos e imponentes nevados como el Salkantay o Humantay, de más de seis mil metros de altura, extensas graderías trabajadas sobre las rocas.

Túneles de hasta veinte metros de largo y varios complejos arqueológicos, entre los que destacan Intipata, Runkuraqay e Intipunku.

Si quieres vivir la experiencia y admirar con mayor detenimiento el entorno natural del camino inca hacia Machu Picchu, los campamentos autorizados son Patallacta, Huayllabamba, Llulluchapampa, Pacamayo y Wiñayayna.

Salvo entre diciembre y marzo, meses en los cuales llueve copiosamente, cualquier época es oportuna para transitar los caminos incas. Anímate a recorrerlos.

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